Ya tardaba yo en hablar de una de mis películas favoritas, dirigida por uno de mis favoritos. Obviamente, no podía ser otra que Pulp Fiction (1994), del gran Quentin Tarantino.
Más en concreto, el tema de hoy es un objeto clave de la película: el famoso maletín, fuente de misterio durante toda la historia.
Y es que es prácticamente imposible ver Pulp Fiction sin: 1) tratar de ordenar cronológicamente la historia para hacer como que te has enterado bien de la trama; 2) preguntarte qué diantres hay en ese misterioso maletín. Este maletín es considerado por muchos como un McGuffin, de lo que ya hablamos en una entrada anterior: capta toda la atención del espectador y parece tener mucha importancia por el misterio que desprende cuando realmente es intranscendente en la historia de Mia Wallace, su marido Marsellus y compañía. Además, acompañando a este maletín el gran brillo que desprende, la especulación estaba asegurada. Tanto es así que cinéfilos, expertos y hasta el propio Quentin Tarantino han entrado al trapo del contenido del maletín en los más de doce años que han pasado desde que se estrenó el film.
Una vez más, Internet no ha defraudado y ha albergado las teorías más disparatadas sobre el objeto que tanto brilla dentro del maldito maletín. Un concurso en Toronto llegó a recoger las mejores teorías, dando finalmente el galardón a la que conectaba el film de Tarantino con Kiss Me Deadly de Robert Aldrich, donde se apreciaba un maletín similar al utilizado en Pulp Fiction pero del cual sí se sabía su contenido, una pequeña bomba nuclear. Tarantino ha declarado sin embargo que, si bien le gusta la coincidencia, esta es completamente accidental.
La teoría que parece haber cogido más fuerza es prácticamente la más inverosímil de todas - y probablemente ahí resida su magia. Frente a teorías más simples como que se trata de diamantes o que el maletín alberga el botín de una anterior película de Tarantino, Reservoir Dogs, o alguna más rebuscada, como que dentro estaba el Oscar que esperaba ganar Tarantino con la cinta -por la cual se llevaría finalmente la estatuilla al Mejor Guión Original- parece que los internautas se han decantado por una teoría presente en una cadena de e-mails donde alguien que había hablado con alguien que había comido con alguien que un día respiró el mismo aire que el director: el maletín contiene el alma de Marsellus Wallace.
¿En qué se sustenta esta teoría?
Recordemos para ello el primer plano donde se nos presenta a Don Marsellus Wallace, marido de Mia Wallace (Uma Thurman), y en cuya ausencia ésta va a bailar con John Travolta.
Este plano destaca, ante todo, por un detalle, y es la tirita que cubre la nuca de Marsellus.
Unámosle a este detalle otro varios que, mirados en conjunto, justifican en gran medida esta teoría o por lo menos alimentan bien el debate eterno en torno a Pulp Fiction:
- La combinación que abre el maletín es 666, el número asociado al demonio:
- Como ya hemos mencionado, del contenido del maletín sólo sabemos que brillaba fastuosamente y que las personas que tuvieron la suerte de verlo a lo largo de la película no hacían sino admirar la belleza de su contenido;
- Las referencias a la Biblia durante la película son más que conocidas, entre las que destaca el discurso de Samuel L. Jackson - y que hace poco recuperó en un programa de televisión americano;
Pues bien, considerando todos estos datos podemos llegar a esta conclusión: teniendo en cuenta que los textos religiosos consideran que el demonio coge el alma a través de la nuca, que el alma del ser humano es lo más bello de una persona, llegamos a la conclusión de que sí, el maletín puede bien contener el alma de Marsellus Wallace. Es más, la trama entonces adquiere otro matiz puesto que podría decirse que Wallace ha vendido su alma al diablo y lo que intenta durante toda la película es realmente recuperarla. El final de la película, donde Jules y Vincent sobreviven a los ataques de bala, adquiriría sentido entonces, puesto se trata de una misión divina y Dios ha mediado entonces para que lo hagan.
Sin embargo, sintiéndolo mucho, he de contaros que Quentin Tarantino sí se pronunció al respecto y es que, en palabras de Samuel L. Jackson, el director dijo, palabras textuales, que el maletín contenía "lo que tú quisieras que contuviese". Para el director, o al menos eso quiere hacernos creer, se trataba de un simple McGuffin que tenía que ser rellenado por la curiosidad del espectador. En ese caso, enhorabuena Quentin, tu objetivo está más que logrado. Así lo confirmó también el coautor de la película, Roger Avery, que dijo que, si bien en un principio se pensó en rellenarlo de simples diamantes, esa idea les pareció demasiado sencilla y optaron entonces por no enseñar el contenido y alimentar durante toda la película la curiosidad del espectador puesto que "no hay objeto capaz de conducir a nada mejor que la imaginación de cada uno" ("No prop master can come up with something better than each individual's imagination"). Es más, Avery llegó a decir que consideró innecesario el brillo añadido, ya que el debate se habría despertado igual. No lo dudamos, Roger, pero sin duda eso le dio un toque mágico que lleva doce años retroalimentándose y que no tiene pinta de parar.
Fuente: http://www.snopes.com/movies/films/pulpfiction.asp
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