domingo, 21 de julio de 2013

Supercalifragilísticoespialidoso.

Niños grandes, mejor no sigan leyendo. Me encuentro a punto de desvelar uno de los misterios más misteriosos de la infancia de todo niño - y no tan niño.
¿Quién no ha soñado nunca con tener el maravilloso bolso de la señorita Poppins? Es fácil. Sólo has de seguir estos pasos:
- Rueda un plano de los niños solos dentro del decorado de la habitación.
- Filma otro tuyo con el bolso encima de una mesa agujereada con un croma detrás.
- Superpón los dos planos.
Y... TACHÁN! Ya tienes tu magnífico bolso de Mary Poppins donde entra todo lo que imagines meter.


sábado, 20 de julio de 2013

Clínex, lágrimas... ¡ACCIÓN!

La cosa va de ránkings. Y es que no todo son palabras mal sonantes.
Hoy nos ponemos melosos y buscamos la película más triste de la historia.
No somos los primeros en habernos hecho esta misma pregunta; y no, ni la madre de Bambi ni Kramer Contra Kramer encabezan la lista.
La Universidad de California llevó a cabo dicha investigación. Se preguntó a conocidos y expertos por películas susceptibles de figurar en dicha lista y tardaron años en llegar a la conclusión.
Finalmente, la película más triste de la historia es... El Campeón (1979), dirigida por Franco Zeffirelli y protagonizada por Jon Voight, Faye Dunaway y Ricky Schroder.
La película en cuestión cuenta la historia de Billy Flynn, un ex-campeón boxeador reconvertido a entrenador de caballos en Florida, con lo que consigue dinero suficiente para criar a su hijo T. J., cuya madre les abandonó años atrás. Coincidiendo con la vuelta de ésta, "El Campeón" se endeuda y decide volver al boxeo para impresionar además a T. J..
En concreto, según este estudio, es la escena final de la película lo más triste de la historia del cine. Efectivamente, nos encontramos ante dos minutos 51 segundos de pura lágrima - el "Campeón, ¡despierta! ¡No duermas ahora! ¡Tienes que ir a casa!" del pequeño Ricky Schroder le valió el Globo de Oro al Mejor Actor Revelación.
Según los expertos, este filme permite descubrir emociones en las personas. Esta secuencia en concreto es una pieza clave en los laboratorios de psicología para determinar si una persona deprimida es más propensa a llorar que una persona que no lo está - e incluso para determinar si la depresión incita a gastar más dinero. Ayuda además a determinar si las personas mayores son más sensibles al dolor que los jóvenes.
Sin más dilación, os dejo con la famosa escena. Preparad clínex y... ¡ÁNIMO!


jueves, 18 de julio de 2013

Llorar de risa.

Y de llorar pasamos... A llorar de risa. Y es que sí, también hay alguien que ha investigado cuál es la escena más divertida de la historia del cine.
Seguro que cada uno tenemos la nuestra pero los expertos han hablado...
Y el título se lo lleva... ¡MEG RYAN!
Efectivamente, el orgasmo fingido de la rubia en Cuando Harry encontró a Sally (1989) ha sido catalogado como la escena más divertida de la escena. Para quién no sepa de lo que hablo, aquí os dejo minuto y medio de carcajada limpia.



Es más, el restaurante donde se rodó la escena aún guarda una nota encima de la mesa tocada por Ryan que dice "Donde Harry conoció a Sally... Esperamos que tengas/pidas lo que ella tuvo/pidió". Bueno, no tenéis más que pasaros por el "Katz's Delicatessen" y probar suerte.

P.D: ¿Qué créeis? ¿Se merece esta escena su título?

miércoles, 17 de julio de 2013

Niño, que no se dicen palabrotas.

Como todos sabemos, el cine bélico, de acción y de gángsters está plagado de palabrotas - os recomiendo la VO de todas estas, aunque sea por grandes expresiones como "Fuck you" o "Son of a bitch".
El ránking está apretado, muchos de los grandes directores de la historia del cine parecen querer adjudicarse el título de los más malhablados - si sus madres les oyesen. Sin embargo, el gran Martin Scorsese ha luchado duro por el puesto y ha conseguido alzarse con el título con películas como Casino (1955) o Uno de los nuestros (1990). Le sigue de cerca Quentin Tarantino - que está en todas - o incluso Clint Eastwood y Stanley Kubrick.
Pero no nos equivoquemos, en términos de película, Brian de Palma se convierte en el niño más malhablado de toda la industria del cine con un clásico de gángsters, Scarface (1988). Efectivamente, Al Pacino y compañía, y sobre todo Oliver Stone, su guionista, han llevado a esta película a lo más alto superando las doscientas palabras malsonantes, llegando a la escalofriante media de una palabrota por cada 29 segundos - que se dice pronto. Tal es el fenómeno que en Internet circulan vídeos que demuestran que quien se pusiese a contarlas estaba en lo cierto y que no exageraba sobre la necesidad de la boca de estos chicos de ser lavada con jabón.


P.D: No le echemos todas las culpas a Pacino, que ni el mismísimo Clint se libra de este tipo de vídeos.



"Fuck you, son of a bitch."

Aviso a navegantes: absténganse Ned Flanders, finolis y repipis en general. "Si no lo veo, no lo creo" hoy se pone duro y habla de las palabrotas, esas joyas de la lengua que permiten expresar en pocas letras el odio, la rabia y otros sentimientos.
Os preguntáreis: ¿Cuál es la película con más palabras mal sonantes de la historia del cine?
Os daré una sola pista... Esta película incluye más de 200 palabrotas, con una media de una palabrota por cada 29 segundos. Casi nada, vamos.
Venga, que esta es fácil.

martes, 16 de julio de 2013

El rey de Hollywood - y del mundo inmobiliario.

El 13 de Julio de 1923 nacía el símbolo más emblemático de Hollywood. No hablo de Audrey, ni de Clooney, ni siquiera de Spielberg. Hablo del cartel más famoso de todos los tiempos, de las nueve letras más ojeadas de la historia. Acaba de cumplir noventa años el mítico cartel de Hollywood.





Lo curioso de este cartel parte de su origen. Y es que esta imagen encuentra su origen lejos de glamour, alfombras rojas y flashes.
En realidad, este cartel nace como parte de una campaña publicitaria de la inmobiliaria Woodruff and Shoults de promoción de la urbanización que estaba levantando en las colinas del distrito de Hollywood. El encargo fue materializado por la Crescent Sign Company y en sus inicios incluía cuatro letras más: "HOLLYWODLAND" reinaba sobre el distrito californiano.
Este cartel - cualquiera lo diría - no estaba previsto que durase más allá de esta campaña. Sin embargo, acabó vinculado a una de las mayores industrias del cine mundial convirtiéndose en su símbolo más reconocible.
Como cualquier hijo de vecino, los noventa años de nuestro protagonista de hoy no han sido fáciles. El famoso cartel ha pasado por liftings y restauraciones varias - incluso llegó a perder su letra H, paradójicamente atropellada por la persona encargada de vigilar el cartel, que llevaba alguna copita de más encima.
Con eso y con todo, HOLLYWOOD sigue vivito y coleando después de noventa años y se presagian varios años más de reinado sobre las colinas del distrito.

Toy Story y Steven Spielberg.

¿Quién de aquí no ha visto, reído e incluso llorado con la trilogía Toy Story? Niños y mayores se emocionan aún con las aventuras de Woody, Buzz Lightyear y demás. Es más, Pixar consiguió hacer de la última parte, estrenada en 2010, la primera película de animación nominada al Oscar a la Mejor Película en categoría absoluta. Todos y cada uno de sus personajes tienen algo que nos emociona pero siempre los hay que destacan sobre el resto. Aquí va una anécdota sobre uno de mis favoritos, que tiene incluso corto propio...


¡Eso es, hablaba del gran dinosaurio Rex!
Bien, todos los que, como yo, tenemos un cariño especial a este dinosaurio tenemos que dar las gracias a un grande del cine, a un nombre propio de la historia del séptimo arte, STEVEN SPIELBERG. Como leeis, fue gracias a Spielberg y al éxito de su película Parque Jurásico (1990) que vino a la mente del director de Toy Story (1999) este simpático personajillo verde. Mientras John Lasseter concebía la primera película de la trilogía, los dinosaurios de Parque Jurásico inundaban tiendas y mentes de todos espectadores.
Así que, una vez más, gracias Steven.

P.D: Ya que estamos de homenaje a Rex, recomendaros su corto, Partysaurus Rex, estrenado este mismo año.

 



lunes, 15 de julio de 2013

Historia de unos chirridos.

Supongo que no os descubro nada nuevo con esta escena, una de las más emblemáticas de la historia del cine.



Bien, ahora quitadle el sonido. Se hace raro, ¿verdad?
Pues así es como quería el genio Hitchcock que viésemos los minutos más famosos de su carrera.
La famosa escena de la ducha de Psicosis (1960) se rodó entre el 17 y el 23 de Diciembre de 1959 y cuenta con casi ochenta ángulos de cámara. En tan sólo tres minutos, se suceden más de cincuenta planos. Hitchcock consideró que esta riqueza visual, así como los gritos de Janet Leigh, serían suficientes para la escena y prefería prescindir de la música tanto en esta como en todas las escenas del motel. Sin embargo, Hitchcock se fue de vacaciones y, a su vuelta, su músico, el mítico Bernard Herrman, le tenía preparada una sorpresita: la escena ya estaba hecha y Herrman se había tomado la libertad de introducir su obra "El asesinato", compuesta de chirridos de violines, violas y violonchelos - después de haber barajado el tomar una música de jazz para acompañar el baño de Leigh. Herrman suplicó pues a Alfred que le diese una oportunidad a esta música. Fue el toque final de la mujer del cineasta, Alma Hitchcock, lo que le empujó a escuchar el resultado y cerciorarse que la música efectivamente intensificaba la escena. ¡Incluso duplicó el sueldo a Hermann!
Gracias Herrman, gracias Alma. Hoy parece imposible imaginar esta escena sin su intrigante música.

P.D: Por cierto, destacar el hecho que la ciencia avala la decisión de Herrman y es que, según han demostrado unos investigadores, las melodías distorsionadas y chirriantes (como nuestra banda sonora o el rock) nos atraen porque se parecen a las llamadas de peligro de los animales. Confabulaciones aparte, esta música es sin duda una pieza clave de la escena, de la película, de la carrera de Hitchcock y de la historia universal del cine.

jueves, 11 de julio de 2013

Brad Pitt no nació anciano.

El Curioso Caso de Benjamin Button (2008) cuenta la historia de un hombre que nace con ochenta años y va rejuveneciendo a medida que pasa el tiempo. Muchos de vosotros ya habréis visto esta magnífica película. Y muchos de vosotros, quizá, os habéis preguntado cómo es posible representar toda la vida de un personaje sin que parezca usar actores diferentes.
La adaptación de esta novela de Scott Fitzgerald parecía una misión imposible y muchos directores, entre ellos el mismísimo Steven Spielberg, no se atrevieron con ella. Finalmente, fue David Fincher, conocido por grandes películas como El Club de la Lucha o Se7en, quien cogió las riendas de este ambicioso proyecto contando con Brad Pitt, con quien ya había colaborado en numerosas ocasiones, y Cate Blanchett.
El Curioso Caso de Benjamin Button relata toda una vida. Fincher no quería utilizar distintos actores maquillados para representar las edades de Button ya que consideraba que cada vez que cambiase el actor el público perdería todo vínculo con el personaje. Su idea era pues que el personaje mantuviese la esencia de la interpretación de Brad Pitt, lo que el propio director denominó la Bradness. Además, el propio Pitt estableció como condición para interpretar el papel el hecho de hacerlo a lo largo de toda la película.
El mayor problema se encontraba en los primeros cincuenta y dos minutos de película: nace Benjamin Button, un niño con la apariencia de un hombre de ochenta años - se trata pues de un anciano corto de estatura. En un principio, se trató de encoger a Brad Pitt, barajando incluso la posibilidad de aunar los cuerpos de actores enanos con la cara del propio Pitt. Sin embargo, esto habría supuesto muchos problemas técnicos, pero sobre todo de gesticulación e interpretación (los movimientos de la respiración, los tendones del cuello al sonreír,...). Se llegó entonces a la conclusión de utilizar un rostro generado por ordenador que se adaptara más tarde a los distintos cuerpos utilizados para el personaje. 
El equipo de Fincher buscaba un resultado realista y verosímil entre las últimas técnicas de animación facial. Ésta puede regirse por marcadores; sin embargo, nunca parece haber suficientes, siempre parece haber vacíos entre ellos. El keyframing, es decir, la animación por fotogramas, tampoco convencía al equipo - la tan importante interpretación de Pitt y sus gestos pasarían un filtro por un animador.
Finalmente, en cinco semanas, DD - empresa encargada de la animación de Benjamin Button - consiguió crear el personaje superando estos problemas, combinando una cabeza virtual con su cuerpo. Sin embargo, a Benjamin aún le faltaba hablar y cumplir en los planes más cortos y en detalle. El personaje tenía que conseguir emocionar a la audiencia, hacerle reír y llorar. 
Se construyeron pues tres maquetas del personaje con sesenta, setenta y ochenta años respectivamente que, combinadas con los actores cuyos cuerpos formaban el de Benjamin, formaron los bustos del personaje en diferentes tramos de edad. Además, se estudiaron distintos catálogos de emociones humanas y expresiones faciales. Se captó a Brad Pitt haciendo 120 de estas expresiones; esta información se representó en modelos 3D que más tarde se trasladarían a las maquetas.

...¿Alguien se ha sorprendido igual que yo o soy la única a la que Fincher engañó de mala manera? Una vez más, el cine es magia e incluso ha conseguido doblarle la edad al mismísimo Brad Pitt.








http://behance.vo.llnwd.net/profiles26/1001231/projects/3368333/79498d28066f77d4b3507644b264fff5.jpg

martes, 9 de julio de 2013

Y...

...La respuesta es el matte painting.

El matte painting es una pintura que representa un paisaje, un set o una localización muy general que permite al cineasta crear la ilusión de un decorado, de un ambiente que no existe en la vida real o que sería demasiado costoso de incluir en el plano. Su verosimilitud depende obviamente de la calidad del dibujo.
Para que nos entendamos, el matte painting es el hecho de dibujar (normalmente en vidrio) el fondo del plano de tal forma que el espectador crea que realmente la escena se está desarrollando en dicho paisaje.
¿Quién no ha visto una y otra vez Mary Poppins? Pues bien, Walt Disney llegó a incluir cien pinturas para hacernos creer que se trataba del paisaje real. Los dibujos son de estilo impresionista y sirven de fondo en muchos de los planos de la película. El que más destaca es el de los tejados de Londres.




PeterEllenshaw - 2
El paisaje de Londres en pleno atardecer está en realidad pintado sobre un vidrio por Peter Ellenshaw, el encargado de los efectos especiales (que incluso se llevó un Oscar por ellos). Además, se hicieron agujeros en la pintura para que una luz situada detrás lo aclarara progresivamente simulando el atardecer.

El primero en usar esta técnica fue Norman Dawn en la película Missions of California, en 1907. Las pinturas a mano dejaron paso a los dibujos digitales en los años 80. Muchas películas han utilizado desde entonces esta fuente de ilusión: desde Ciudadano Kane hasta Star Trek, pasando por El Mago de Oz, Indiana Jones y el Arca Perdida o Star Wars: Episodio 3.

Una vez más, el cine vuelve a engañarnos y, una vez más, volvemos a picar (o no).

Adivina, adivinanza.

¿Qué tienen en común El Planeta de los Simios, Star Wars, Indiana Jones, El Señor de los Anillos, The Sky Captain o Mary Poppins, entre muchas otras?







Empieza la aventura.

Todo este tiempo estudiando el cine en profundidad, desengranando todos y cada uno de sus planos, me ha hecho descubrir la magia detrás de una simple imagen, todo lo que esos veinticuatro fotogramas por segundo (aunque Peter Jackson intente fastidiarme la gracia del nombre) esconden. De ahí nace este blog, con el que pretendo contar curiosidades, anécdotas, detalles que, escondidos entre claqueta y claqueta, no hacen más que demostrar lo maravilloso que es el séptimo arte - sin olvidar su compañero de viaje, la televisión.
Como una frase que un día me enseñó un amigo, "la vida es sueño y los sueños cine son".
Así que, sin más dilación,
Luces
Cámara
Acción.


P.D.: Como primer regalo, este archiconocido fotograma de El Mago de Oz (1939), una de las primeras películas en color del mundo del cine.