jueves, 28 de enero de 2016

Dos por el precio de uno.

A lo largo de la Historia del cine, son más que conocidos los casos en que un mismo actor interpretaba a dos personajes gemelos. Ninguno de nosotros podrá olvidar a Lindsay Lohan en Tú a Londres y yo a California pero no ha sido la única: desde Leonardo DiCaprio en El Hombre de la Máscara de Hierro (película por la que Leo ganó el Razzie a la peor pareja en pantalla) hasta Nicholas Cage en El Ladrón de Orquídeas, pasando por estrellas de acción como Jackie Chan o Jean Claude Van-Damme y actores por todos conocidos, como Ethan Hawke o Jeremy Irons. Atendiendo a la primera película mencionada, quizá más de uno acabe con un trauma infantil después de leer esto pero he de confesaros algo: no, ninguno de estos actores tiene un hermano gemelo que interpretase el papel.

Una vez más, la magia del cine soluciona pequeñas minucias como éstas. En este caso, han sido muchos los procedimientos y, como todos los efectos del cine, van evolucionando a medida que avanza la tecnología.

En un primer momento, se optaba por el método más rudimentario, esto es, simple y llanamente tratar de hacer que los planos en que ambos personajes apareciesen en pantalla pudiesen ser interpretados por un doble sin que se notase la diferencia: así fue como Erin Mackey se convirtió durante algunos planos en Lindsay Lohan, gracias a la idéntica altura, el pelo pelirrojo y la edad similar. 


Sin embargo, conseguir un actor o actriz que dé tanto el pego como en el caso de Lindsay no siempre es fácil y es por ello que, para alegría de muchos directores, la técnica ha avanzado hasta llegar al día de hoy, en que cualquiera en su casa puede conseguir este efecto gracias a un editor de vídeo y un fondo o croma.

Como probablemente muchos sepáis, un croma es la famosa tela verde que habremos visto en muchos making-off - hoy en día, rara es la película que no lo utiliza. Su funcionamiento es sencillo: su color tan destacado permite seleccionar más fácilmente el fondo es post-producción para poder sustituirlo por el fondo que necesitemos, como en este making-off de Los Vengadores (vídeo alrededor del 1:50, entre otros momentos).


En el caso de los gemelos, la idea sería entonces grabar dos planos diferentes utilizando el croma, con el actor en las dos posiciones que tendrá que ocupar en pantalla. Después, no quedará más que unir los dos planos gracias a la pantalla partida y, puesto que tenemos el mismo fondo en ambos, la post-producción será la misma que para una escena al uso. Otra opción más sencilla pero que probablemente no tenga el efecto que buscamos es utilizar un mismo fondo para ambos planos, siempre y cuando nos aseguremos de que se trata exactamente del mismo fondo para luego poder unir ambos planos a través de la pantalla partida.

Una vez más, la magia del cine hace milagros y hoy, gracias a estos y muchos otros trucos, todos podemos tener un hermano gemelo.

Fuente: http://filmora.wondershare.es/video-editing-tips/how-to-duplicate-an-actor.html
        http://www.theidealist.es/una-estrella-dos-papeles-10-gemelos-del-cine-interpretados-por-los-mismos-actores/




miércoles, 27 de enero de 2016

Vértigo.

Alfred Hitchcock es, como todos sabemos, el mago del suspense. De entre sus múltiples y conocidas obras, hoy nos detenemos en Vértigo (De entre los muertos). Si bien nadie entendió como esta película no estuvo siquiera nominada al Oscar a Mejor Película en 1959, aunque sí lo estuvo a Mejor Sonido y Mejor Director de Arte, el film de 1958 puede jactarse de dar nombre a un curioso efecto de cámara que desde entonces han utilizado películas de la talla de El Señor de los Anillos, Tiburón o Goodfellas (Uno de los nuestros). Quien haya visto cualquiera de estas películas habrá podido percatarse de este efecto que deja al espectador casi hipnotizado con lo que está viendo.

Efectivamente, hablamos del Vertigo Effect (también denominado Dolly Zoom o Tracking Zoom). Estos dos nombres alternativos son bastante explícitos en cuanto al significado de este efecto, y es que es gracias a un dolly, que son una especie de raíles que permiten mover la cámara a una determinada velocidad en una determinada dirección, realizando así un tracking, que se refiere a dicho movimiento de cámara, como en esta escena de Pulp Fiction, más concretamente, cuando la cámara sigue a Bruce Willis.


El Vertigo Effect combina pues esta técnica con otra muy sencilla que es el zoom sin mover la cámara - que todos conocemos y hemos utilizado en algún momento. Esta combinación da resultados como estos, de las películas Psicosis, Tiburón, Poltergeist, Quiz Show, Marnie, Apollo 13 y Vértigo (de entre los muertos):



Producir esta sensación tan peculiar es mucho más fácil de lo que podría parecer a simple vista. Se trata de acercarse al objeto a través del zoom in al mismo tiempo que la cámara se aleja del mismo gracias al dolly. Estos dos movimientos se compensan, por lo que el plano permanece estable. Sin embargo, se produce un cambio en la composición de la imagen (más concretamente, en la distancia entre el primer plano y el fondo) que en cine y fotografía se consigue a través de la distancia focal, que se corresponde con el zoom: cuanta más distancia focal se emplee, más reducido será el campo de visión del fondo (como nos explican muy bien aquí: http://www.thewebfoto.com/2-hacer-fotos/203-distancia-focal). 

El nombre de este efecto se debe, como habéis podido imaginar, a que Alfred Hitchcock fue el primero en utilizarlo en esta película para reflejar lo que sentía Scottie Fergusson, interpretado por James Stewart, cuando padecía el vértigo que da nombre a la película. Desde entonces, numerosos directores lo han utilizado para representar las emociones de los personajes, sumiendo al espectador en su misma sensación, habitualmente de shock.

Para poner el broche a esta entrada, os presento una de las más recientes escenas más características de este efecto. Se trata de Camino a la Perdición, y, gracias a este efecto, sentimos que Jude Law se está acercando a la cámara a la vez que vemos que nunca llega a acercarse. Curioso, ¿verdad?


Fuente: http://tvtropes.org/pmwiki/pmwiki.php/Main/VertigoEffect

martes, 26 de enero de 2016

Soñando, soñando, triunfé... ¿traduciendo?

Un tema muy recurrente a la hora de criticar la adaptación internacional de una película es, además del más que escuchado "yo prefiero verlas en Versión Original, porque el doblaje quita esencia a la película", la traducción de los títulos. La Historia del cine tiene entre sus páginas desde las traducciones más brillantes hasta las traducciones en las que bien querrías enseñar al traductor a hacer su trabajo - y que incluso han llevado a un director de la talla de Woody Allen a incluir una cláusula especial en sus contratos con la United Artist para controlar estos cambios de nombre una vez traspasada la frontera. Pues bien, en este último caso, habrá que pensárselo dos veces porque... ¿Quién está realmente detrás de la traducción de los títulos de películas? ¿Cómo se convirtió Eternal Sunshine of a Spotless Mind (algo así como "el brillo eterno de una mente inmaculada") en Olvídate de mí?



Sin duda, resulta muy fácil culpar al traductor de adaptaciones sinsentido como la de la peculiar película protagonizada por Jim Carrey y Kate Winslet. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos el traductor no es más que un mero mensajero de quien realmente maneja los títulos que es el Departamento de Marketing. Al fin y al cabo, el título de una película es una parte indispensable de su difusión y venta. Por lo tanto, la traducción de los títulos de las películas tiene que lidiar no sólo con los problemas propios de la traducción, como los juegos de palabras (como pasó en el caso de la película Knight and Day, protagonizada por Cameron Diaz y Tom Cruise, que en España se llamó llanamente Noche y Día) sino que el título español tiene que cumplir su función de ventana al público y ahí es donde entra el Departamento de Marketing.

Por ejemplo, un título muy comentado a este respecto es Soñando, soñando... triunfé patinando. La traducción del título de esta película (Ice Princess) sorprendió a todos - e incluso en este caso, el título sudamericano (Princesa de Hielo) acabó resultado el adecuado, a pesar de los antecedentes (Pulp Fiction fue traducida allí por Tiempos Violentos). En efecto, este no es más que uno de los muchos ejemplos donde el marketing ha llevado a cosas sin sentido. En este caso, según el director de marketing de BuenaVista Internacional, no fue más que un intento de evitar la repetición de las princesas que podía cansar al público, tras el éxito reciente de Princesa por Sorpresa, de la misma factoría. ¿Por qué, a pesar de ello, este acabó siendo el título de todos los posibles? No lo sé.



Un caso algo más curioso fue el de La Salchicha Peleona, protagonizada por Chris Farley en 1997, y cuyo título original era Beverly Hills Ninja. Al ser la película exportada a Europa, llegó a Alemania donde las salchichas son uno de los elementos más típicos de la gastronomía. Así, una vez llegada a Alemania, el título de la película fue traducida por Die Kampfwurst ("La Salchicha Peleona"). La idea gustó tanto a la distribuidora europea que no pareció entender que se trataba de una traducción muy localizada por la importancia de las salchichas en su cultura y, aún así, impuso su extensión por todo el continente. Es por ello que la película pasó a llamarse en España La Salchicha Peleona, cuando ni es una traducción del título ni sentimos aquí ningún amor por las salchichas ni, por si había alguna duda, la película no va de salchichas.


Si bien estos ejemplos pueden hacernos perder la fe en la traducción, es importante saber también aquellos títulos que, para suerte y alivio de todos, fueron planteados un par de veces hasta descubrir que no era lo más atractivo para el mercado. Así, es gracias a esto que El Discurso del Rey, peliculón protagonizado por Colin Firth, no pasó a denominarse El Rey Tartamudo que los responsables de marketing consideraron poco atractivo en el mercado - y por ello se optó por la traducción literal en su lugar.


Estos son sólo alguno de los ejemplos que demuestran que el momento de traducir el título es uno de los momentos más complicados a la hora de traducir y localizar (localizar, en el sentido de adaptar culturalmente a otro país) una película, puesto que entran en juego no sólo la traducción y las idiosincrasias de cada idioma, sino también la parte más industrial del cine, viéndose entonces involucrados departamentos como marketing, ventas, distribución e incluso la productora original - en el mejor de los casos, incluso interviene el director de la película.

Fuente: http://www.cinemania.es/noticias/quien-traduce-los-titulos-de-las-peliculas/




lunes, 25 de enero de 2016

EL maletín.

Ya tardaba yo en hablar de una de mis películas favoritas, dirigida por uno de mis favoritos. Obviamente, no podía ser otra que Pulp Fiction (1994), del gran Quentin Tarantino.
Más en concreto, el tema de hoy es un objeto clave de la película: el famoso maletín, fuente de misterio durante toda la historia.

Y es que es prácticamente imposible ver Pulp Fiction sin: 1) tratar de ordenar cronológicamente la historia para hacer como que te has enterado bien de la trama; 2) preguntarte qué diantres hay en ese misterioso maletín. Este maletín es considerado por muchos como un McGuffin, de lo que ya hablamos en una entrada anterior: capta toda la atención del espectador y parece tener mucha importancia por el misterio que desprende cuando realmente es intranscendente en la historia de Mia Wallace, su marido Marsellus y compañía. Además, acompañando a este maletín el gran brillo que desprende, la especulación estaba asegurada. Tanto es así que cinéfilos, expertos y hasta el propio Quentin Tarantino han entrado al trapo del contenido del maletín en los más de doce años que han pasado desde que se estrenó el film.

Una vez más, Internet no ha defraudado y ha albergado las teorías más disparatadas sobre el objeto que tanto brilla dentro del maldito maletín. Un concurso en Toronto llegó a recoger las mejores teorías, dando finalmente el galardón a la que conectaba el film de Tarantino con Kiss Me Deadly de Robert Aldrich, donde se apreciaba un maletín similar al utilizado en Pulp Fiction pero del cual sí se sabía su contenido, una pequeña bomba nuclear. Tarantino ha declarado sin embargo que, si bien le gusta la coincidencia, esta es completamente accidental.



La teoría que parece haber cogido más fuerza es prácticamente la más inverosímil de todas - y probablemente ahí resida su magia. Frente a teorías más simples como que se trata de diamantes o que el maletín alberga el botín de una anterior película de Tarantino, Reservoir Dogs, o alguna más rebuscada, como que dentro estaba el Oscar que esperaba ganar Tarantino con la cinta -por la cual se llevaría finalmente la estatuilla al Mejor Guión Original- parece que los internautas se han decantado por una teoría presente en una cadena de e-mails donde alguien que había hablado con alguien que había comido con alguien que un día respiró el mismo aire que el director: el maletín contiene el alma de Marsellus Wallace

¿En qué se sustenta esta teoría?

Recordemos para ello el primer plano donde se nos presenta a Don Marsellus Wallace, marido de Mia Wallace (Uma Thurman), y en cuya ausencia ésta va a bailar con John Travolta. 


Este plano destaca, ante todo, por un detalle, y es la tirita que cubre la nuca de Marsellus.

Unámosle a este detalle otro varios que, mirados en conjunto, justifican en gran medida esta teoría o por lo menos alimentan bien el debate eterno en torno a Pulp Fiction:

  • La combinación que abre el maletín es 666, el número asociado al demonio:

  • Como ya hemos mencionado, del contenido del maletín sólo sabemos que brillaba fastuosamente y que las personas que tuvieron la suerte de verlo a lo largo de la película no hacían sino admirar la belleza de su contenido;

  • Las referencias a la Biblia durante la película son más que conocidas, entre las que destaca el discurso de Samuel L. Jackson - y que hace poco recuperó en un programa de televisión americano;

Pues bien, considerando todos estos datos podemos llegar a esta conclusión: teniendo en cuenta que los textos religiosos consideran que el demonio coge el alma a través de la nuca, que el alma del ser humano es lo más bello de una persona, llegamos a la conclusión de que sí, el maletín puede bien contener el alma de Marsellus Wallace. Es más, la trama entonces adquiere otro matiz puesto que podría decirse que Wallace ha vendido su alma al diablo y lo que intenta durante toda la película es realmente recuperarla. El final de la película, donde Jules y Vincent sobreviven a los ataques de bala, adquiriría sentido entonces, puesto se trata de una misión divina y Dios ha mediado entonces para que lo hagan.

Sin embargo, sintiéndolo mucho, he de contaros que Quentin Tarantino sí se pronunció al respecto y es que, en palabras de Samuel L. Jackson, el director dijo, palabras textuales, que el maletín contenía "lo que tú quisieras que contuviese". Para el director, o al menos eso quiere hacernos creer, se trataba de un simple McGuffin que tenía que ser rellenado por la curiosidad del espectador. En ese caso, enhorabuena Quentin, tu objetivo está más que logrado. Así lo confirmó también el coautor de la película, Roger Avery, que dijo que, si bien en un principio se pensó en rellenarlo de simples diamantes, esa idea les pareció demasiado sencilla y optaron entonces por no enseñar el contenido y alimentar durante toda la película la curiosidad del espectador puesto que "no hay objeto capaz de conducir a nada mejor que la imaginación de cada uno" ("No prop master can come up with something better than each individual's imagination"). Es más, Avery llegó a decir que consideró innecesario el brillo añadido, ya que el debate se habría despertado igual. No lo dudamos, Roger, pero sin duda eso le dio un toque mágico que lleva doce años retroalimentándose y que no tiene pinta de parar.

Fuente: http://www.snopes.com/movies/films/pulpfiction.asp

sábado, 23 de enero de 2016

El oeste en Almería.

Probablamente muchos de vosotros ya sepáis que una provincia de España fue un día conocida como "El Hollywood Europeo". Efectivamente, estamos hablando de la provincia de Almería que acogió una infinidad de rodajes desde los años cincuenta hasta hoy, aunque su actividad se vio seriamente mermada en los años ochenta y en la actualidad acoge sobre todo anuncios publicitarios y videoclips, si bien alguna película o serie sigue aprovechando sus peculiares parajes.



En concreto, estamos hablando del Desierto de Tabernas, a 30 kilómetros de la capital almeriense y hoy protegido como Paraje Natural. Y es que se trata del único verdadero desierto en toda Europa - que se dice pronto. El género que más acogió este rinconcito del sur de España fue el llamado spaguetti western, una serie de películas típicamente del Oeste financiadas por compañías italianas y españolas - llegando a derivar incluso en el chorizo western. Su estética sucia y sus personajes duros cambiaron radicalmente la forma de hacer cine y hoy inspiran a directores de la talla de Quentin Tarantino - es más, Ennio Morricone, que está detrás de la banda sonora de varias películas del director como la más reciente Los Odiosos Ocho, estuvo muy vinculado a este género, llegando incluso a afirmarse que su intervención en este tipo de películas cambió la forma de ver la música en el cine.

Sergio Leone, uno de los grandes nombres del spaguetti western, rodó muchas de sus películas en este desierto y fue en gran medida gracias a él y a su fama mundial que este escenario llegó hasta el western estadounidense. Y es que cuando este director italiano coqueteó con Hollywood siguió viniendo a Almería a rodar sus películas, como su archiconocida Trilogía del Dólar, con Clint Eastwood como protagonista.



Los paisajes del Desierto de Tabernas han sido, sin embargo, muy versátiles, acogiendo además grandes producciones históricas, como Lawrence de Arabia y Cleopatra o incluso Indiana Jones y la última cruzada. Incluso Arnold Schwarzenegger visitó este paraje enfundado en su traje de Conan el Bárbaro.

Una de las últimas superproducciones aquí rodadas fue Exodus, del aclamado director Ridley Scott.

Hoy en día, puedes aún pasarte por este desierto y visitar algunos de estos viejos escenarios: el Desierto de Tabernas acoge hoy un Museo del Cine dentro de su Parque Oasys.

¡Hollywood está más cerca de lo que imaginábamos!

viernes, 22 de enero de 2016

Heath.

Hoy repasamos una de las muertes más tristes, a la par que polémica, del cine contemporáneo. Hace ya más de cinco años, en concreto el 22 de Enero de 2008, nos dejaba uno de los mejores actores y más prometedores de Hollywood. Ese día, moría Heath Ledger bajo extrañas circunstancias.
Ledger es un australiano, que se dio a conocer junto a Julia Stiles en Diez Razones Para Odiarte (1999), una típica comedia de instituto; aunque su culminación como estrella de Hollywood llegaría de la mano de Ang Lee. Su papel de vaquero homosexual en Brokeback Mountain (2005) le valió la consolidación como uno de los mejores actores de su generación.
Sin embargo, el destino quiso que dejase este mundo como los grandes, en la cima de su carrera. Y es que fue encontrado muerto en Enero de 2008, lo que desencadenó rumores y cábalas. Varios meses de análisis, investigaciones y divagaciones en la opinión pública, la causa de su muerte se hizo oficial: sobredosis accidental de medicamentos recetados. Esta muerte se producía poco después que el actor terminase de rodar el papel que supondría el cúlmen de su carrera, el papel del Jocker en The Dark Knight (2008) y se encontraba en pleno rodaje de El Imaginario del Doctor Parnassus. Este dato es importante, sobre todo el vínculo temporal entre el Jocker y la muerte de Heath Ledger, ya que el repentino fallecimiento del actor está a menudo vinculado a su obsesión con el papel del villano de Batman. Según afirmó él mismo, este papel le dificultaba el sueño, por lo que tomaba diversas píldoras. El problema de Ledger, tal y como reconoció su prometida Michelle Williams una vez fallecido, es una mente que se encontraba continuamente en funcionamiento y más con un papel como aquel. Se habla de su muerte como una continuación de esta actuación, posteriormente loada por los expertos. Según el crítico David Denby, su encarnación en el Jocker supone "un acto final heroíco e inquietante". Esta interpretación le valió muchos premios póstumos, entre ellos el Óscar y el Globo de Oro a Mejor Actor de Reparto, y reconocimiento internacional. Sea por el triste final que supuso o no, lo cierto es que la actuación de Ledger fue considerada un hito en el cine y, sin ninguna duda, como la mejor de su carrera.
Por si las cábalas sobre la relación de este inquietante papel con su muerte no eran suficientes, recientemente el padre del actor, Kim Ledger, dentro del documental Too Young To Die (Demasiado joven para morir) ha aportado una prueba más que concluyente: el diario que el actor utilizó durante la preparación del papel. Este diario incluye reflexiones, muchos recortes de payasos y de historietas antiguas de Batman y fotos del actor de La Naranja Mecánica (1971), Malcolm McDowell, que interpreta al excéntrico personaje de Alex, que Heath utilizó como fuente de inspiración. Este diario incluía pues todo lo necesatio para interpretar un papel para el recuerdo - que además daba mucho miedo al actor. Ledger preparaba concienzudamente tods sus papeles pero nunca se había tomado tan en serio un proyecto; el Jocker estuvo a un nivel muy superior: pasó encerrado mes y medio en una habitación de hotel dedicado en cuerpo y alma a preparar el papel. Durante este mes y medio, redactó este diario a la vez que practicaba voces y risas - durante este mes y medio, vivió en simbiosis con su personaje. Se podría decir que el actor se obsesionó con este papel, lo que parece un hecho vinculante en su repentina muerte y sus trastornos del sueño. Y es que el actor concluyó este famoso diario con un inquietante - por premonitorio - "Bye, bye...". 
Obviamente, toda esta relación no son más que suposiciones, ya que nunca nadie sabrá qué pasaba por la mente del actor antes de morir. Lo que sí que es cierto es que los hechos son inquietantes y más con esta última aportación del señor Kim Ledger, que aquí os dejo.
Lo único que queda claro es que el 22 de Enero de 2008 nos dejó uno de los mejores actores de su generación.



P.D: No olvidemos que el actor estaba en pleno rodaje de El Imaginario del Doctor Parnassus. ¿Cómo solucionó Tery Gilliam, su director, esto? De la mejor forma posible. A modo de tributo a un amigo y compañero de oficio, Johnny Deep, Jude Law y Collin Farrell tomaron el testigo de su papel de Tony, con un pequeño giro de trama. Además, donaron todo lo ganado con la película a la hija que el actor tenía con su prometida Michelle Williams y que, además, recibió la herencia del actor en su totalidad.

jueves, 21 de enero de 2016

El efecto yoyó.

A menudo pensamos que la vida de un actor de Hollywood es sencilla: de fiesta en fiesta, todo el día de vacaciones salvo algún rodaje esporádico...

¡Nada más lejos de la realidad! Y sino que se lo pregunten a Christian Bale. Él sabe bien lo que es sufrir las desventuras de convertirse en un personaje completamente diferente cada tres meses. Muchos actores han pasado por circunstancias parecidas: desde Charlize Theron, que cogió 15 kilos (y perdió a cambio algo de su belleza natural) para su papel en Monster, que le daría un Oscar, hasta Renee Zellwegger, que tuvo que engordar 15 kilos en seis semanas para la segunda parte de la saga de Bridget Jones, pasando, del lado masculino, por Matthew McConaughey, que adelgazó la friolera de 23 kilos en cuatro meses para su oscarizado papel en Dallas Buyers Club, o Chris Hemsworth, que se puso fuerte después para Thor, perdió trece kilos para interpretar a James Hunt en Rush, otros tantos para Blackhat: Amenaza en la Red y, por último, seis kilos que, en palabras del propio actor, si bien pueden parecer pocos, ha sido más duro de lo que parece, llevándole hasta el aspecto que él mismo compartía con sus fans en redes sociales hace pocas semanas.



Por lo que vemos, el bueno de Christian no está solo pero eso no le quita mérito puesto que, tal y como demuestra este gráfico, lo suyo es de libro (y de traca).




Todos estos vaivenes en sus caderas han acabado por afectar a su salud y es que recientemente conocíamos la noticia de que Bale se veía obligado a abandonar un rodaje por problemas de salud. En efecto, Michael Mann estaba a punto de convertir al que en su día fuese Bruce Wayne en Enzo Ferrari (por el apellido podéis imaginar a qué se debe que le hagan un biopic). Para ello, Mann quería hacer que el actor aumentase su peso hasta prácticamente duplicarlo - como ya lo vimos en La Gran Estafa Americana. Sin embargo, éste no habría sido la razón de Bale para abandonar el proyecto sino el tiempo del que disponía para hacerlo -apenas dos meses. Este tiempo no era suficiente para aumentar ese peso con el sistema ya conocido por el actor que no le afecta la salud. Y es que si alguien sabe de dietas milagro... ¡Ese es Christian Bale!

Sólo esperamos poder verle pronto en la gran pantalla. Gordo, flaco, fibrado... Le queremos igual.

Cuestión de taquilla.

El Libro Guinness de los Récords incluye todo tipo de hazañas relacionadas con nuestro adorado Séptimo Arte: desde el actor con mayor número de apariciones en doce horas (Abhishek Bachchan) hasta el cine más antiguo aún en activo, situado en Dinamarca, pasando por el director más joven -¡que no tenía más que doce años!- o el beso más largo. Pero si uno de estos números interesa a las productoras, encargadas de hacer más con menos, es, sin duda alguna, el del actor capaz de hacerles reportar más beneficios en las temidas taquillas. Si bien cada año encontramos innumerables listas con los grandes éxitos y los estrepitosos fracasos de los 365 días anteriores, un actor, conocido por todos, parece tener la clave del éxito y resulta una apuesta segura a la hora de hacer una película. Y ese actor es...

No habrás visto grandes éxitos suyos como protagonista pero lo recuerdas sin duda por algunos papeles secundarios memorables que lo han aupado a lo más alto del Olimpo hollywoodiense. Recientemente, has podido verlo en Kingsman: Servicio Secreto y, aún más recientemente, en la última película de Quentin Tarantino. ¿Sigues sin saber de quién te hablo? Pues este actor no es otro que...

¡SAMUEL L. JACKSON!

Efectivamente, aún con alguna mancha en su filmografía (Serpientes en el avión...), el gran Samuel es el actor más taquillero de la historia del cine habiendo recaudado más de 4 millones de euros -¡que se dice pronto!. Samuel L. Jackson tiene un toque, conocido por los que manejan los hilos en Hollywood, que consigue que hace que una película mole, con un segundo de nada que aparezca en pantalla. Así que, tenlo en cuenta, si estás pensando en hacer una película que arrase en taquilla... ¡BETTER CALL SAMUEL!

--------------------------------------------------------

Lo siento chicos. Lo siento Samuel. Este habría sido el post hace muy pocas semanas. Sin embargo, la batalla por el Récord Guinness se ha presentado la mar de reñida gracias a un estreno que quizá os suene como es Star Wars Episodio VII: El Despertar de la Fuerza. Gracias al exitazo de la última entrega de la saga de George Lucas -ahora factoría Disney-, el pobre Samuel se ha visto destronado por otra estrella en el firmamento de Hollywood como es... ¡HARRISON FORD! En efecto, el papel de Han Solo le ha valido al guapo de Harrison escalar posiciones en la lista hasta llegar al número 1.