jueves, 21 de enero de 2016

El efecto yoyó.

A menudo pensamos que la vida de un actor de Hollywood es sencilla: de fiesta en fiesta, todo el día de vacaciones salvo algún rodaje esporádico...

¡Nada más lejos de la realidad! Y sino que se lo pregunten a Christian Bale. Él sabe bien lo que es sufrir las desventuras de convertirse en un personaje completamente diferente cada tres meses. Muchos actores han pasado por circunstancias parecidas: desde Charlize Theron, que cogió 15 kilos (y perdió a cambio algo de su belleza natural) para su papel en Monster, que le daría un Oscar, hasta Renee Zellwegger, que tuvo que engordar 15 kilos en seis semanas para la segunda parte de la saga de Bridget Jones, pasando, del lado masculino, por Matthew McConaughey, que adelgazó la friolera de 23 kilos en cuatro meses para su oscarizado papel en Dallas Buyers Club, o Chris Hemsworth, que se puso fuerte después para Thor, perdió trece kilos para interpretar a James Hunt en Rush, otros tantos para Blackhat: Amenaza en la Red y, por último, seis kilos que, en palabras del propio actor, si bien pueden parecer pocos, ha sido más duro de lo que parece, llevándole hasta el aspecto que él mismo compartía con sus fans en redes sociales hace pocas semanas.



Por lo que vemos, el bueno de Christian no está solo pero eso no le quita mérito puesto que, tal y como demuestra este gráfico, lo suyo es de libro (y de traca).




Todos estos vaivenes en sus caderas han acabado por afectar a su salud y es que recientemente conocíamos la noticia de que Bale se veía obligado a abandonar un rodaje por problemas de salud. En efecto, Michael Mann estaba a punto de convertir al que en su día fuese Bruce Wayne en Enzo Ferrari (por el apellido podéis imaginar a qué se debe que le hagan un biopic). Para ello, Mann quería hacer que el actor aumentase su peso hasta prácticamente duplicarlo - como ya lo vimos en La Gran Estafa Americana. Sin embargo, éste no habría sido la razón de Bale para abandonar el proyecto sino el tiempo del que disponía para hacerlo -apenas dos meses. Este tiempo no era suficiente para aumentar ese peso con el sistema ya conocido por el actor que no le afecta la salud. Y es que si alguien sabe de dietas milagro... ¡Ese es Christian Bale!

Sólo esperamos poder verle pronto en la gran pantalla. Gordo, flaco, fibrado... Le queremos igual.

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