miércoles, 30 de octubre de 2013

Kimba, digo Simba.

¿Quién no recuerda a Simba, Mufasa, Nala o Zazú como reyes indiscutibles de nuestra infancia? La ganadora del Globo de Oro en 2005 a Mejor Película en la categoría Comedia o Musical fue y es aún hoy una de las películas más emblemáticas de la factoría Disney. El Rey León nos trajo a todos nuestro primer gran trauma pero también nos hizo vibrar con sus canciones, que todos aún hoy conocemos a la perfección.
El Rey León, además, es, en principio, y digo bien en principio, la primera película original de Disney, que antes basaba todas sus historias en viejos cuentos. ¿Por qué digo "en principio"? Muy sencillo. Mientras que los productores de la cinta citaron como referencias algunas historias del Antiguo Testamento y Hamlet, de Shakespeare, en Japón, los creadores del anime de los años sesenta Kimba, el león blanco no opinan lo mismo. El nombre de los protagonistas es una de las similitudes más evidentes entre ambas: por un lado, los japoneses tienen a Kimba, mientras que el mundo occidental adora a Simba (aunque según Disney, "simba" se refiere más a la traducción en suajili de la palabra "león"). No sólo de nombres va la cosa, también ciertas historias dentro de la trama, como la del pájaro (el Zazú de Disney) acompañando a los protagonistas también se había visto antes por Japón, así como el simio consejero (Rafiki) o el grupo de hienas. Además, los japoneses también tuvieron su propia aparición post-mortem, como hace Mufasa en el cielo en la cinta de 1994. Todo esto no son más que coincidencias para los de Disney y alegan no haberse enterado de todo el lío montado hasta bien estrenada la película, cuando se encontraban en Japón de gira promocional.
Hay gente que dice que nada es real hasta que no aparece en Los Simpson. Y bien, en Springfield también se percataron de esta "inspiración nipona" que incluyeron en su escena-homenaje.


P.D: Lo siento por desmontar una vez más un mito de vuestra infancia.

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